Saborear el mundo es mi pasatiempo favorito y en EE.UU. es como estar concinando en casa. Mi comida diaria comienza con unos plátanos dulces de Puerto Rico, seguido de un cuenco de Boston clam chowder (sopa de almeja), y termina con una rebanada de pastel de nuez de Georgia. Puedes encontrarme fácilmente vagando por calles empedradas, probando un montón de muestras de perfumes, y preguntando por recomendaciones a la gente local.