Estoy feliz de haber tenido las agallas de hacer un Gap Year
A los 16 años tomé un Gap Year de 6 meses para aprender inglés en New York, y ¡fue lejos la mejor decisión que he tomado! Al principio fue difícil porque igual era chica, pero una vez que me convencí empezó mi viaje a la Ciudad de las Luces 💡. Tuve esta increíble oportunidad ya que mi colegio, el Highlands de Chicureo, siempre apoyó el tema de aprender nuevos idiomas y volver a Chile con un buen nivel de inglés. Siento que, como es fundamental hablarlo para mi futuro, un intercambio era lo que necesitaba.
“Me agradezco a mi misma de haber tenido las agallas de ir y vivir allá por 6 meses”
En mi Gap Year, conocí gente increíble de todos los países. Tuve roommates de China, Alemania y hasta de Argentina. Ellas mismas, al pasar los dias, se fueron conviertiendo en mi familia. Creo que hoy podría considerar a mis vecinas de pieza y las de todo el hall como mis hermanas. A la hora que sea, tocaba sus puertas y sabía que no iba a estar sola. Si no tienes sueño, quieres conversar o prefieres ver películas, siempre podía ir con ellas y hacerlo.
“Mi colegio siempre apoyó el tema de aprender nuevos idiomas y volver a Chile ya manejando el Inglés”
En un intercambio no se crean relaciones de simplemente 6 meses, sino más bien una segunda familia que siempre y a cualquier hora estaba ahí para mi. Por lejos, lo que más me costó fue irme del campus y separarme de mis amigas. Lo más triste para mi fue ese momento, pensando que había gente que no iba a volver a ver o que no vería en mucho tiempo. Pero nosotras siempre decimos “sin despedidas no abrían reencuentros” y bueno, eso es lo que nos mantiene en pie.
“Conocí culturas muy distintas a la mía, personas con nacionalidades que nisiquiera sabia que existían, idiomas que no tenían ningún parecido con el mío.”
Hay gente que pregunta si 6 meses es mucho, pero definitivamente cuando estás allá lo único que quieres es quedarte. Es una increíble experiencia que tuve la oportunidad de vivir y la recomendaría al 100%. Conocí culturas muy distintas a la mía, personas con nacionalidades que nisiquiera sabía que existían e idiomas que no tenían ningún parecido con el mío. New York fue la ciudad SOÑADA. Me enamoré por completo y mi sueño es volver y vivir allá. El campus queda a 40 minutos de Manhattan, en un pueblo llamado Tarrytown, que es precioso. El lugar está lleno de gente linda y amable, parques, bosques y un lago enorme.
“En un intercambio no se crean relaciones de simplemente 6 meses, sino más bien una segunda familia”
El hecho de no haber terminado mi año en Chile fue la mejor decisión que he tomado en mi vida. Siento que haber ido a EF fue lejos lo mejor que me ha pasado y me cambió por completo. Cambió mi manera de ver las cosas, de valorar amistades y además me dio mucha independencia que al llegar a Chile que me sirvió mucho para crecer como persona.
“Me dio mucha independencia que al llegar a Chile que me sirvió mucho para crecer como persona.”
Amé mi intercambio, el campus, el lugar y la ciudad. Ademas, ¡el grupo de staff es lo máximo! La mayoría del ellos es joven y te ayudan con cualquier cosa que necesites. Sin importar la hora ni dónde estés: están ahí para ti. Irse a vivir a un campus lejos de tu familia, amigos y lo que haces de costumbre es dificil. Yo me agradezco a mi misma de haber tenido las agallas de ir y vivir allá por 6 meses ya que fue lejos lo mejor que me ha pasado en la vida.