6 datos muy curiosos sobre las zonas horarias
6 datos muy curiosos sobre las zonas horarias las zonas horarias tienen su lógica, pero también pueden ser muy molestas. ¿Cuántas veces te has subido a un avión a las 2 de la tarde un martes y aterrizado a las 6 de la tarde del mismo día, a pesar de haberte pasado NUEVE HORAS en el aire? A mí me ha pasado. A pesar de que confunden a todo el mundo, las zonas horarias son totalmente necesarias y esenciales para la vida diaria.
Teniendo eso en mente, aquí tienes seis datos curiosísimos sobre las zonas horarias que todo viajero (o aspirante a viajero) debería saber.
La hora del atardecer es un truco
Comencemos con un dato que me dejó boquiabierto: el sol se pone en París simultáneamente más temprano y más tarde que en Londres. Esto es especialmente extraño, porque estas dos ciudades no están tan separadas. ¿CÓMO ES POSIBLE? Bien, Francia está en una zona horaria que va una hora adelantada con respecto al Reino Unido, pero geográficamente está algo más al este, lo que significa que el ocaso llega a París antes que a Londres, a pesar de que existe en un momento en que es más tarde que en el Reino Unido, así que ya es más tarde cuando el sol se pone. Es más difícil de entender que la película Origen.
La hora debería ser la misma en el Reino U que en el resto de Europa
Una de las muchas cosas que la Segunda Guerra Mundial estropeó fueron las zonas horarias entre el Reino Unido y el resto de Europa. Francia, Holanda, Luxemburgo y Bélgica estaban inicialmente en la misma zona horaria que el Reino Unido, pero Alemania cambió su hora para que coincidiera con la zona alemana (una hora antes que el Reino Unido) cuando ocupó esos países durante la guerra. Por otro lado, el dictador español Francisco Franco adelantó también una hora el tiempo en España. Esto explica por qué Portugal está en el mismo huso horario que el Reino Unido a pesar de estar pegado a España.
Algunos países desafían la lógica de las zonas horarias
La vida sería mucho más fácil si el mundo tuviera husos horarios en línea recta, pero ¿desde cuándo la vida es sencilla? Para que las cosas sean aún más complicadas de lo que deberían ser, algunos países grandes no dividen sus zonas horarias, aunque sí lo hagan los países y continentes a su alrededor. Por ejemplo, Norteamérica, África, Rusia y Australia dividen su masa terrestre en diferentes zonas horarias (la costa este de los Estados Unidos tiene un adelanto de tres horas con respecto a la costa oeste), pero China, India y Argentina no. Esto lo complica todo, porque en realidad existen cuatro zonas horarias entre el extremo oeste y el extremo este de China, pero China solo tiene una zona horaria.
¿Eso qué significa? Bueno, cuando es la una de la tarde en la costa este de China, también es la una de la tarde en Filipinas. No obstante, en el extremo oeste de China sigue siendo la una de la tarde, pero al otro lado de la frontera, en la India, solo son las diez de la mañana (o las diez y media de la mañana, ya que la India tiene zonas horarias de media hora. No me preguntéis por qué). Lo mismo ocurre con los países del sudeste asiático que están al este de la frontera de China, ya que en todos es más tarde a pesar de ser todavía la una en China. Es decir, si vives en Tailandia, la gente que vive a cientos de kilómetros al oeste de ti en China lleva una hora de adelanto. Me duele el cerebro.
Zonas horarias horizontales y cambios de hora
A pesar de dividir su zona horaria verticalmente como el resto del mundo (o la mayor parte del mundo, ver arriba), Australia pierde puntos por sus absurdas zonas horarias verticales. Así es como funciona: Perth, en el extremo oeste del continente, tiene una sola zona horaria durante todo el año, pero la parte central tiene una hora y media de adelanto durante parte del año. Es decir, hasta que entra el cambio de horario de invierno (el que hacen algunos países para aprovechar la luz diurna). Ese territorio central se divide entonces por la mitad, de manera que en la mitad sur hay una hora de adelanto con respecto a la mitad norte.
Mientras que en la costa este, la mitad norte del país se mantiene dos horas por delante de la costa oeste durante todo el año, pero durante el cambio de horario la mitad sur se adelanta OTRA hora, por lo que hay tres horas de adelanto en la costa oeste. Esto significa que tienes que adelantar el reloj una hora simplemente por conducir hacia el sur, no más cerca del meridiano en el que estabas al empezar. Al menos los australianos lo entienden mejor que yo.
Algunas zonas horarias son absurdamente pequeñas
La isla de Märket, entre Suecia y Finlandia, pertenece a ambas naciones y, por lo tanto, está dividida en dos zonas horarias, con una diferencia de una hora entre ambas partes. Es un acuerdo justo, pero NO TIENE NINGÚN SENTIDO, porque la isla tiene prácticamente el tamaño del jardín de tu casa (vale, es un poco mayor, pero solo un poco).
Prácticamente se puede viajar en el tiempo en el océano Pacífico
En la década de 1880, un panel mundial decidió que el meridiano 0 pasaría por Londres, trazando una línea vertical que va del norte al sur del planeta y atraviesa la ciudad. Esto significa que cualquier cosa que esté directamente en el punto opuesto a Londres del globo terráqueo estaría 12 horas por delante o 12 horas por detrás, dependiendo de dónde caiga a cada lado del meridiano, lo que estaría bien, pero algunas islas del océano Pacífico no observan dicha regla.
En las islas de Samoa, Tokelau y Tonga la diferencia horaria con Londres es de 13 horas más, mientras que las islas de la Línea la diferencia horaria es de 14 horas. Lo que es todavía más extraño es que estas islas se encuentran a LO LARGO del meridiano, así que en las islas que están más al oeste la diferencia horaria es de un día completo.
¿No te aclaras? Lo que esto significa básicamente es que puedes celebrar tu cumpleaños en las islas de la Línea y disfrutar todo el día y, después, volar a una de las islas que está al oeste y celebrar tu cumpleaños OTRA VEZ. Totalmente increíble.
Y si vas a viajar a través de zonas horarias, aquí tienes unos cuantos consejos para superar el jet lag y entretenerte durante un vuelo de larga distancia.