4 Técnicas para Aprender Rápido un Idioma
Tienes ganas de estudiar en el extranjero, hacer un viaje alrededor de los Estados Unidos, o pasar un verano surfeando en Hawái y, para aprovechar al máximo la experiencia, has decidido también inscribirte en un curso para aprender el idioma. Mientras estás en clase memorizando palabras nuevas, puede que pienses: «Nunca voy a conseguir esto» Confía en nosotros, te entendemos. Aprender un idioma no es tan fácil como hacer una taza de café, pero no es imposible. De hecho, tenemos cuatro sencillas técnicas que te ayudarán a aprender el nuevo idioma mucho más rápido.
Ahora bien, al igual que como con cualquier cosa que valga la pena, aprender un nuevo idioma requiere dedicación. Así que recuerda: estas técnicas no son trucos ni atajos. Pero son efectivas. Para averiguar en qué medida, todo lo que necesitas hacer es comprometerte a aplicarlas. ¿Empezamos?
1. HABLA CON SERES HUMANOS REALES
Desde que nos pasamos todo el día usando nuestros dispositivos electrónicos, tenemos la idea de que todo se puede enseñar, aprender y practicar sin interactuar con nadie. ¿Quieres tener un máster? Haz un curso en línea. ¿Necesitas una buena receta? Búscala en Google. ¿Quieres aprender un idioma extranjero? Elije una aplicación. Es cierto que internet puede ayudar a los estudiantes de idiomas a enriquecer su vocabulario y a que se sientan más confiados con sus habilidades, pero a menos que planees no pronunciar nunca una palabra, olvídalo. Tienes que hablar con hablantes nativos (¡y tan pronto como sea posible!).
Bien, antes de que te eches atrás con respecto a tu viaje al extranjero; no te preocupes. Hablar con extranjeros no tiene por qué ser aterrador o difícil. Intenta encontrar un compañero de intercambio de idiomas en tu ciudad y conversen mientras se toman un café, por ejemplo. O comprométete a hacer un curso en línea. Si quieres combinar con tus estudios de idiomas una nueva y excitante experiencia, viaja al extranjero para convivir con el idioma. Sea lo que sea que hagas, empieza antes de que creas que estás «a punto». Recuerda, los idiomas están hechos para ser hablados.
2. UTILIZA NUEVAS PALABRAS TAN PRONTO COMO SEA POSIBLE
Muchos estudiantes de idiomas escriben cosntantemente listas de palabras nuevas en sus cuadernos, y luego no las utilizan en la vida real. Anotar nuevas palabras es un gran hábito, pero no es suficiente por sí solo. Como se dice, ¡si no lo usas se pierde! Así que la próxima vez que escuches una palabra exótica, no te limites a escribirla: haz un esfuerzo para utilizarla lo más pronto posible y de todas las maneras que sean posibles. Dila, escríbela en una frase, encuentra su sustantivo, verbo o adjetivo, y haz preguntas sobre ella a tus amigos nativos. Esta técnica le da al nuevo vocabulario un contexto vivo ¡y se queda grabado en tu mente más rápido!
3. HAZ MUCHAS PREGUNTAS
No te comportes de manera tímida compulsiva tomando notas en la parte de atrás de la clase: ¡los profesores adoran a los alumnos que hacen buenas preguntas! ¿No sabes qué preguntar? Escribe una lista de preguntas genéricas en la parte posterior de tu cuaderno y úsalas durante la clase. Recuerda, las mejores preguntas te proporcionan más información o aclaran una duda.
Algunas de los mejores son: «¿Cuál es el sustantivo/verbo/adjetivo de esa palabra?». «¿Esa palabra se usa en situaciones formales o informales?». «¿Puede usted sugerir algunos sinónimos/antónimos?», o (si el idioma se habla en varios países) «¿Tiene el mismo significado en Estados Unidos/Reino Unido/Australia?». Si no te has inscrito en ningun curso de idiomas, ¡no te preocupes! Publica tus preguntas en un foro (prueba en Wordreference.com), búscalas en Google o pide ayuda a tus amigos nativos.
4. EMPIEZA CON LO QUE REALMENTE NECESITAS
Imagínate que acabas de aterrizar en Nueva York, a punto de empezar tu semestre en el extranjero y hablar con estadounidenses de verdad. Piensa en cómo serán probablemente estas conversaciones. Estamos seguros de que no te sumergirás en una conversación profunda sobre arte o política, ¿verdad? Para empezar tus primeros días y semanas en el extranjero, imagina las situaciones en las que te vas a encontrar. Por ejemplo: me he perdido (temas: moverse por la ciudad, transporte público, lugares de interés de la ciudad), quiero comer (temas: pedir la comida, ir al supermercado), quiero hacer amigos (temas: hacer preguntas personales, hablar sobre la familia y los amigos). Una vez que hayas identificado las áreas de vocabulario, centra en ellas tus energías. esto hará que la experiencia sea mucho más fluida.