3 razones por las que aprendí francés (y tú deberías)
“No te limites a quedarte ahí con tu sonrisa de Torre Eiffel. Dime que me quieres, y dímelo en francés” – Jarod Kintz
¿Por qué te tomas la molestia de aprender francés? ¡Nunca lo vas a usar! Es una frase que he oído multitud de veces. Bueno, pues a todos ustedes les diré que el francés es la lengua oficial de 28 países, y se habla ampliamente alrededor del mundo. Y además, ¿quién piensa que la cantidad es mejor que la calidad? La densidad y riqueza del francés es difícilmente superable.
1. FRANCOFILIA
Francofilia: El gusto de los franceses por todo lo francés. De pequeña pasé más tiempo veraneando en Francia que en ningún otro lugar. Pasé mi primer cumpleaños en el Château de Nieuil, a las afueras de Burdeos, y recuerdo claramente el desayuno por mi octavo cumpleaños en las aguas de la Costa Azul. Durante estos veranos pasé la mayor parte del tiempo en el sur de Francia o en París, pero también he hecho unos cuantos viajes de carretera por el país, he pasado una Semana Santa en Córcega, y he alquilado una casa en un pequeño pueblo de pescadores en la Bretaña. Entre mis aventuras por Francia también está la de alquilar un pequeño barco para navegar por los preciosos canales franceses. Mis padres vivieron en Francia durante su juventud, y creo que traspasaron en su ADN el amor por Francia, tanto a mí como a mis hermanos, el cual incluye antojos de crêpes, croissants y pain au chocolat. Todos estos factores hacen que el haber optado por aprender francés hasta llegar a dominarlo haya sido una opción bastante obvia para mí.
2. MODA
París es la capital de la moda y la cuna de la Alta Costura. Chanel, Balmain, Christian Lacroix, Hermes, Christian Louboutin, Lanvin, Céline y Balenciaga representan algunas de las razones de por qué amo esta ciudad y el francés. Poco importa si me decanto por la opcion de ir de compras vintage en el barrio de Marais o si simplemente me dedico a inspirarme en el estilo callejero parisino, la sensación de ser parte de la moda parisina, seductora y sin rival, a través del dominio de francés y de su cultura, es algo que siempre me ha confortado. Asistir a la Semana de la Moda de París es un sueño en el que aún estoy trabajando, pero cuando se cumpla, encandilaré al mismísimo señor Louboutin con mi français parfait.
3. ROMANCE
Francia, y sobre todo París, siempre han sido asociados con el amor. Pero para mí no es solo el amor, sino el romanticismo de las cosas lo que me parece que es maravilloso. La cultura francesa es romántica en tantos sentidos… Si nos fijamos, hasta los detalles rezuman romanticismo: desde los macaroons (pequeños, delicados, perfectos) hasta caminar por encima del Pont des Arts. La lengua francesa viene cargada con todo este romanticismo: hace que oír Je t’adore (“Te amo”) llegue a ser una experiencia única, que ver la extravagante y preciosa película “Amelie de Montmartre” sea una auténtica delicia, y que contemplar la torre Eiffel te llegue directamente al corazón.